viernes, 10 de julio de 2009

COMENTARIO - Un libro apasionante

La historia detrás de la historia
de Helen Epstein


Por Lita Pérez Cáceres

He leído un libro Tras la historia de mi madre, que me impresionó muchísimo, su autora es Helen Epstein. Leyendo la solapa del me enteré que ella es periodista y escritora, especializada en biografías, en investigaciones sobre identidad y que da clases sobre memoria y trauma, entre otros temas. Solo entonces me expliqué la emoción que se siente al leer este libro. En él todo aparece ordenado y prolijo, como una investigación aséptica, pero Helen no puede contener sus sentimientos y, aunque trate de ser objetiva, ellos se asoman para estremecer los márgenes de su libro y las lágrimas derramadas humedecen las líneas que llenan sus páginas.
Epstein se propuso viajar al pasado siguiendo la historia de tres mujeres que gravitaron en su existencia: su madre Franci Rabinek, su abuela Pepi Weigert y su bisabuela Therese. Fueron tres judías, que vivieron en Europa Central, en la República Checa y padecieron la dictadura masculina que les impedía tener libertad de decisiones, además de la discriminación debida al antisemitismo. La historia va desde 1850 hasta la muerte de su madre, France, en 1989.
Para la autora, que se sentía casi norteamericana, el viaje hacia la semilla de su vida, le deparó dolor, mucho dolor. Al revivir las vidas de sus antepasadas, al pisar las tumbas de esas mujeres que eran parte de su ser, ella sintió lo que ellas sintieron y sufrió mucho al imaginar cómo habían amado, en silencio y ocultas, porque no les era permitido mostrar amor por alguien que no fuese tan judío como ellas.
Lo más impresionante del libro de Epstein es el resultado de sus investigaciones. Ellas retratan una época, lo hacen a través de escritos publicados en la prensa de esos años. Helen también reproduce diarios cuyas páginas contienen los más íntimos pensamientos de las contemporáneas de sus antepasadas. Todo está escrito de manera sencilla, son historias amenas pese a que desnudan una realidad cruel; están ubicadas en el lugar exacto de la historia y, en ese mapa antropológico de la Europa a mitad del siglo 20, la condición de las mujeres, en especial de las judías, se ve como en un espejo recién bruñido, nítido, exacto.
Hemos leído mucho sobre el Holocausto y creíamos saber lo suficiente, pero un buen material, como el de Epstein, consigue que nos sorprendamos, consigue que nos identifiquemos con esas mujeres que hoy son solo polvo. La saga logra conmovernos porque – en un pensamiento mágico - quisiéramos estar allí, al lado de ellas para contarles todo lo que hemos obtenido con años de lucha, desearíamos consolarlas y anunciarles que sus pesares son la base de una causa justa, la de la reivindicación de los derechos femeninos y el fin de la discriminación racista.
Helen Epstein nos transporta a ese tiempo cuando las mujeres estaban condenadas a transitar el limitado mundo del hogar; cuando las judías tenían vedados todos los caminos que la desviaran del matrimonio.
Estas más de 300 páginas del libro de Epstein son como un faro que ilumina el pasado y sus rémoras y que indica que no nos hemos equivocado al elegir nuestro camino de liberación.

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